La angustia de la espera

7 octubre 2025

Cuando el futuro secuestra el presente

"Doctora, no puedo dormir. Me paso las noches imaginando todos los escenarios posibles. ¿Y si mi bebé tiene el gen? ¿Y si tengo que tomar esa decisión? No puedo dejar de pensar en ello".

Esta fue la llamada que recibí hace unas semanas. Al otro lado, una de mis pacientes embarazada de su segundo hijo. Su primogénito "A", un niño de dos años lleno de vida, había sido diagnosticado con cáncer infantil. Ahora, en pleno embarazo, los genetistas le habían planteado una posibilidad que nunca había contemplado: su hijo podría ser portador del gen TP53, un gen asociado al desarrollo de ciertos tipos de cáncer. Y, en teoría, se podría estudiar ese gen en el feto.

La propuesta médica era técnicamente factible: si "A" tenía el gen, podrían buscar su presencia en el bebé que esperaba. Si el feto lo portaba, ella podría decidir interrumpir el embarazo.

Pero esta "opción" no era una solución. Era una puerta que se abría hacia un abismo de angustia.

El peso de las posibilidades

En medicina actual, la capacidad diagnóstica ha avanzado a una velocidad vertiginosa. Podemos detectar, predecir, analizar. Pero esta capacidad técnica no siempre viene acompañada de herramientas emocionales para gestionar lo que descubrimos.

El filósofo sur-coreano (criado en Alemania) Byung-Chul Han habla en su obra sobre cómo vivimos en una "sociedad del cansancio", agotados por el exceso de posibilidades. Y precisamente eso es lo que genera la medicina predictiva moderna: un exceso de información, un exceso de opciones, un exceso de futuros posibles que colonizan nuestro presente.

Mi paciente no estaba viviendo su embarazo. Estaba viviendo veinte embarazos simultáneos en su cabeza: el embarazo donde su hijo tenía el gen, el embarazo donde no lo tenía, el embarazo donde ella interrumpía, el embarazo donde seguía adelante, el embarazo donde se arrepentía de cualquier decisión que tomara.

El futuro había invadido completamente su presente.

La consulta: volver al ahora

Cuando nos sentamos en consulta, no saqué ningún informe genético. No hablamos de probabilidades estadísticas. No discutimos protocolos.

Le pregunté: "¿Qué sabes ahora mismo, en este momento?"

Silencio. Lágrimas. Y luego, una respuesta clara:

"Que estoy embarazada. Que A está bien ahora. Que no tengo ningún resultado todavía".

—Exacto. Eso es lo único real ahora mismo. Todo lo demás son historias que tu mente está construyendo sobre un futuro que aún no existe.

Le expliqué algo fundamental: la angustia no vive en el presente, vive en el futuro imaginado.

Cuando proyectamos nuestra conciencia hacia escenarios futuros —especialmente hacia los más dolorosos— el cerebro reacciona como si esos escenarios ya estuvieran sucediendo. El cuerpo segrega cortisol, el corazón se acelera, el sueño desaparece. Vivimos el dolor de algo que no ha ocurrido y quizás nunca ocurra.

Filosofía de la presencia: Byung-Chul Han y el tiempo narrativo

Byung-Chul Han analiza cómo la modernidad nos ha arrebatado la capacidad de habitar el presente. Vivimos en un estado de perpetua anticipación, siempre proyectados hacia el siguiente momento, la siguiente noticia, el siguiente resultado.

Esta aceleración del tiempo tiene un coste brutal: la pérdida de la experiencia vivida.

En su libro "El aroma del tiempo", Han explica que hemos perdido la capacidad de demorarnos en el presente. Todo es velocidad, información, datos. Pero la vida —la vida real, la que se vive y se siente— solo ocurre ahora.

Mi paciente estaba atrapada en lo que Han llama "el tiempo de la dispersión": fragmentado entre múltiples futuros posibles, incapaz de encontrar reposo en ninguno, agotada por la imposibilidad de elegir un camino cuando aún no había caminos reales que elegir.

Le propuse un ejercicio radical: habitar el presente hasta que hubiera algo concreto que decidir.

— Cuando tengamos el resultado de "A", entonces pensaremos en el siguiente paso. Pero hasta ese momento, tu única tarea es estar embarazada. Sentir a tu bebé. Cuidarte. Estar con "A". Vivir lo que es real ahora.

— ¿Pero y si...?

— No hay "y si". No todavía. Ahora solo hay "es". Y lo que "es" es que estás embarazada, "A" está bien, y no tenemos ningún resultado.

El resultado: cuando el presente tiene razón

Hace tres días recibí el email que abre este post.

Los resultados habían llegado: "A" no tiene el gen TP53. No hay riesgo genético heredable. No hay decisiones imposibles que tomar. No hay interrupciones que considerar.

Todo ese sufrimiento anticipado —esas noches sin dormir, esa angustia que le oprimía el pecho— había sido por un futuro que nunca llegó a existir.

Pero lo más importante no es que el resultado fuera favorable. Lo más importante es lo que mi paciente me escribió en su email:

"Te he hecho caso y he cogido la baja, para cuidarme y cuidar la vida que estoy creando y estar más conectada. Te agradezco mucho tu tiempo el otro día en consulta y dedicarme todas esas palabras para ver que la vida hay que vivirla en el presente e intentar estar bien".

Aprendió algo que la acompañará más allá de este embarazo, más allá de este resultado: que sólo podemos vivir el momento que tenemos.

Medicina y presencia: el papel del médico

Como médicos, tenemos una responsabilidad que va más allá de ofrecer información técnica. Tenemos la responsabilidad de acompañar la incertidumbre.

No podemos eliminarla —la incertidumbre es inherente a la medicina y a la vida— pero sí podemos ayudar a nuestros pacientes a no vivir aplastados por ella.

Esto significa:

  1. No dar información antes de tiempo
    No todo lo técnicamente posible debe plantearse inmediatamente. A veces, ofrecer demasiadas opciones demasiado pronto sólo genera angustia anticipatoria.
  2. Validar la angustia sin alimentarla
    "Es completamente normal que sientas miedo. Pero ese miedo habla de futuros posibles, no de tu realidad presente."
  3. Ayudar a distinguir entre presente y proyección
    "¿Qué es real ahora? ¿Qué es solo posibilidad futura?"
  4. Ofrecer pasos concretos
    No "espera y ya veremos", sino "ahora vamos a hacer X, y cuando tengamos el resultado de X, decidiremos Y."
  5. Acompañar sin resolver
    No podemos eliminar la incertidumbre del paciente. Pero podemos caminar a su lado mientras la atraviesa.

La paradoja de la medicina moderna

Vivimos en una era de medicina predictiva, genética, personalizada. Podemos anticipar riesgos, calcular probabilidades, diseñar escenarios.

Pero con cada avance en nuestra capacidad de predecir el futuro, crece también el peso psicológico de vivir con esas predicciones.

La paradoja es ésta: cuanta más información tenemos sobre lo que podría pasar, más difícil se vuelve vivir lo que está pasando.

Por eso, recuperar la filosofía del presente no es un lujo espiritual. Es una necesidad clínica. Es salud mental. Es supervivencia emocional.

Conclusión: el regalo del presente

Mi paciente me agradeció las palabras de aquella consulta. Pero la verdad es que el aprendizaje fue mutuo.

Me recordó que, como médicos, nuestro trabajo no es solo diagnosticar y tratar. Es también devolver a nuestros pacientes al presente cuando el futuro amenaza con devorarlos.

La vida solo ocurre ahora. Los resultados llegarán cuando tengan que llegar. Las decisiones se tomarán cuando haya que tomarlas. Pero mientras tanto, lo único que tenemos —lo único que somos— es este momento.

Y a veces, en medio del ruido, el miedo y la incertidumbre, lo más revolucionario que podemos hacer es simplemente estar aquí. Respirar. Sentir. Vivir. Ahora.

Bibliografía

Sobre el gen TP53 y síndromes de cáncer hereditario:

  • Malkin D, et al. Germ line p53 mutations in a familial syndrome of breast cancer, sarcomas, and other neoplasms. Science. 1990;250(4985):1233-1238.
  • Bougeard G, et al. Revisiting Li-Fraumeni Syndrome From TP53 Mutation Carriers. J Clin Oncol. 2015;33(21):2345-2352.

Sobre medicina predictiva y aspectos psicológicos:

  • Tercyak KP, et al. Psychological issues among children of hereditary breast cancer gene (BRCA1/2) testing participants. Psychooncology. 2001;10(4):336-346.
  • Shiloh S, et al. Cognitive and emotional representations of genetic testing: the patients' perspective. Br J Health Psychol. 2012;17(3):485-499.

Sobre incertidumbre en medicina:

  • Han PKJ, et al. Varieties of Uncertainty in Health Care: A Conceptual Taxonomy. Med Decis Making. 2011;31(6):828-838.

Filosofía del presente:

  • Han, Byung-Chul. El aroma del tiempo. Herder, 2015.
  • Han, Byung-Chul. La sociedad del cansancio. Herder, 2012.